En nuestras comunidades parroquiales se celebró la Eucaristía de la Cena del Señor. En este día del amor fraterno, el sacerdote quizo que más que quedarnos con el rito nos quedasemos con el signo y su significado. Por ello lavó las manos a diferentes personas de la comunidad, a la vez que en voz alta agradecía su servicio a la comunidad.
Una vez terminada la celebración, el sacerdote invitó a todos los que quisieran también pasar a lavar las manos a otros.
Fotografías de Bernardo Bello
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