Estatua de bronce de Adjoña, situada en la plaza de la Patrona de Canarias, en Candelaria |
Antes de la conquista de la isla de Tenerife, el territorio se encontraba fraccionado por Meceyatos. Adxoña o Adjoña, fue el último Mencey de Abona. El historiador Juan Bethencourt Alfonso indica que la residencia estaba situada en la zona actual de El Río, en Arico.
Hacia 1490 Adjoña firmó paces con el gobernador de Gran Canaria, Pedro de Vera, ratificando el acuerdo con Alonso Fernández de Lugo en 1494 poco después de su primer desembarco, convirtiendo así a su menceyato en bando de paces durante la conquista. Finalizada esta, Adjoña fue llevado a la Península por Alonso Fernández de Lugo para ser presentado ante los Reyes Católicos junto con el resto de menceyes. Como mencey de un bando de paces, retornó a Tenerife, donde se integraría en la nueva sociedad, muriendo antes de 1507.
Algunas fuentes indican que Adjoña se casó en primeras nupcias con la princesa Dácil, hija de Bencomo, teniendo como descendencia a Dacil (o Catalina), quien heredó el nombre de su madre y que casó con Fernando García del Castillo.
Estatua de la princesa Dácil en La Orotava |
Ambos hablaron y se enamoraron en este momento. Sin embargo, los rumores de que ellos habían hablado a solas, una práctica prohibida por la ley guanche, se extendió rápidamente. Duriman El Montañez, que se sentía rechazado por la princesa, pidió que se formara el Consejo, el cual fue presidido por Bencomo y el gran sacerdote. Tras explicarles que Dácil había hablado a solas con un hombre que era, además, un castellano, y por tanto enemigo de su tierra y de su gente, Bencomo se vio obligado a encarcelarla para cumplir con la ley. Así, ella fue encarcelada durante varios meses. Sin embargo, más tarde, ella fue puesta en libertad gracias a unos testigos que pudieron engañar al rey de que los amantes nunca estuvieron a solas porque alguién estuvo con ellos. La princesa se casó con el Conquistador en la Iglesia de la Concepción de Los Realejos. Luego, fue bautizada como Catalina García Izquierdo (o "del Castillo"). Tuvieron cuatro hijos: Diego, Luis, Pedro y María García Izquierdo. No se conoce el lugar ni la fecha en que ella murió.
Sabemos por un certificado extendido por el escribano Matías Ruíz Afonso, sin fechar, pero redactado en el siglo XVIII, que ante el escribano Domingo Romero se otorgó el 7 de octubre de 1667 el siguiente acto público como anexo testamentario:
Yten dezimos nos los dichos cap. Luis Ga, Ana Ga. e Ysabel Ga. que quanto
emos tenido mucho deseo y voluntad de servir a dios nro. Sr. con una ermita
de la advocación se s. luiz de francia y para ponerlo en excion. Queremos y es
nra. Voluntad que se haga dicha ermita de quarenta pies de largo en el pago de
chiñama en la parte y lugar que señalare el dho capitán don diego que es nro.
sobrino (...) fundamos y instituimos capellanía de misa resada en todos los
domingos y días de iesta del año [señala la dotación con 30 fanegas de trigo, y que
una vez construida]
la dha ermita a de ser de la adovcasion de san luis de francia
queremos que perpetuamente para siempre jamás después de estar fundada la dha
ermita se diga en ella en cada un año por el dia de san luis de francia el domingo
infraoctava después de la festividad no abiendo embaraço a dha parroquia (...)
para adorno y limpiesa de ornamentos y reparos della dexamos, y señalamos las
sinco fanegas de trigo restantes de dichos tributos (...)
Don Luis García Izquierdo del Castillo, hijo de la princesa Dacil y del catellano Fernando García del Castillo, siendo dueño del Valle de Chiñama funda junto con sus hermanos Isabel y Ana García del Castillo, ésta última casa con Marcos González Zarco, hijo del portugués Gonzalo González Zarco, la ermita a San Luis Rey de Francia, aunque la definitiva fundación de la ermita fue por parte de su sobrino, el también capitán Diego García del Castillo, hombre muy activo en la comarca de Granadilla a comienzos del siglo XVIII.
Por otro lado, según nos informa Viera y Clavijo, fueron los propios vecinos de Granadilla quienes solicitaron al provincial franciscano Diego Grimaldo la fundación de un convento en el pueblo (poniéndose la primera piedra en 1665) bajo la advocación de San Luis Obispo o Luis de Anjou, franciscano que sería nombrado obispo de Toulouse y que era sobrino de Luis IX de Anjou, conocido como San Luis Rey de Francia.
Por tanto, ¿podríamos pensar que la familia García del Castillo, siendo dueños del valle de Chiñama, fundan la ermita a San Miguel Arcángel por ser una devoción también en Francia, ya sabemos que fundan la ermita a San Luis rey de Francia (recordemos el Monte Saint-Michel consagrado a San Miguel en 708 que fue junto con el Monte Gargan en Italia del Sur, uno de los primeros lugares del culto del Arcángel San Miguel)?
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