En la noche del sábado, después del Viernes Santo, a las 10:00 h. de la noche en el templo de San Miguel Arcángel se desarrollaba la Vigilia Pascual junto a todas las comunidades parroquiales de San Miguel de Abona, juntos celebrando la Pascua.
Una luz rompía la noche, el Cirio Pascual nos indicaba las luz de Cristo Resucitado. Acompañado también por nuestras luces, iluminaban el templo en la noche en que Cristo ha vencido a la muerte.
Tras la escucha de las lecturas de la historia de la salvación, se encendían todas las luces del templo y se entonaba el Gloria, con la caída del telón morado que nos ha acompañado durante este tiempo de espera, de la Cuaresma
También adquirió importancia el agua. Agua bendecida que recuerda nuestro Bautismo.
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