31 de enero de 2012

Saber más sobre... El Chorro

Mañana, 1 de Febrero es la víspera de la festividad de Nuestra Señora de Candelaria. En nuestro municipio, concretamente en "El Chorro" a las 19:00 h. tendrá lugar la Eucaristía (anunciado ya en este blog con anterioridad). 
En la anterior noticia de este blog, se publicaba que existían unos lavaderos que fueron destruidos. En esta noticia complementamos más esa información:

El lugar era conocido por Los Calvaritos, aunque donde se construyeron se denominaba de forma según información oral La Mulata. Aunque gran parte de las instalaciones desaparecieron hace unos años, víctimas de la acción municipal que construyó en el lugar un centro cultural, plaza y parque infantil, y una "capillita". La información oral e información que se conserva permite reconstruir la composición de los lavaderos; el conjunto aprovechaba la pendiente del terreno, junto al camino público que concluye hoy en la calle Alfonso Mejías. Se componía de varios elementos, en la cabecera se situaba una pequeña tanquilla que recogía las aguas de Ucanca y los Escurriales (cercana a otra perteneciente a Fuente Fría), de ella salía el agua por dos chorros de donde se abastecía el público, a continuación existía un pequeño dornajo donde el ganado podía por naciente y poniente beber. A escasa distancia se encontraba el cuerpo más importante, los lavaderos. Se trataba de una estancia de unos 100 m, en el centro y en un segundo nivel se situaba el estanque de agua limpia, con su correspondiente rebosadero. Media unos 12 ó 13 metros de largo, por un metro y medio de ancho y algo más de un metro de alto. Las piletas, a un metro del suelo, se repartían por naciente y poniente, en total 12 por cada lado. Se surtían de agua de las llaves situadas en la parte inferior del estanque y vertían en unos canales inferiores que desaguaban en el último cuerpo del conjunto,un estanque elíptico, escalonado en su interior, de aproximadamente 7 por 18 metros, con capacidad para unas 600 pipas. Las aguas jabonosas de este estanque eran utilizadas posteriormente en el riego de algunas huertas de los socios de Ucanca  y Escurriales. Aunque la calidad del agua no era la mejor, los naranjeros parecía tolerarla. Parece, pues, que  las barras de jabón Rueda -azul y blanco jaspeado- o las pastillas de "Lagarto", utilizadas posteriormente, resultaban menos agresivas que los actuales detergentes. 

En los lavaderos se empleó hormigón y cantos de la zona. El conjunto es recordado a pesar de la humildad de los materiales y de la sencillez compositiva por su armonía y perfección técnica pero sobre todo por lo que significó en un primer momento para el pueblo: contar con un caudal fijo donde abastecerse a lo largo del año, y , posteriormente, por el adelanto que para la higiene suponía la construcción de unos modernos lavaderos, sin olvidar la carga emocional que añadía el hecho de que el emigante sanmiguelero, en sus países de destino, siguiera teniendo en mente a su pueblo natal, preocupándose por su progreso (ya que los lavaderos son muestra de agradecimiento y cariño a su pueblo natal por parte de emigrantes sanmigueleros en Buenos Aires, Rosario (Argentina) y Santos (Brasil) que reunieron los fondos necesarios).

A la vera de este caso es indudable que la protección de nuestro legado histórico no ha estado suficientemente garantizada. 

La Tajea nº 23 4º año (2006) Noviembre-Diciembre

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