1 de abril de 2013

Viernes Santo - La Pasión de Jesús



En el único día del año que no se celebra la Eucaristía, con el toque de las campanas de los templos en silencio, desde el último toque con el canto del Gloria del Jueves Santo, en nuestras comunidades parroquiales se celebró la Pasión de nuestro Señor Jesucristo.
En este día, el altar permanece desnudo, sólo será vestido en el momento de repartir la comunión, y al inicio de la celebración el sacerdote se postra en el suelo.


En este día oramos a Dios por el Papa, los obispos, los sacerdotes, los que no creen, los niños, los ancianos, los enfermos ... presentamos al Señor nuestras súplicas.

En este día, también adoramos a la Cruz, la iglesia en este día recoge el postrarse ante ella, abrazarla, besarla, tocarla... es el madero por el cual nos viene la salvación.


 
En la Parroquia de San Miguel Arcángel, una vez distribuida la comunión a los fieles, reservada en el monumento desde el Jueves Santo, se lleva a cabo la ceremonia de descendimiento.
Los hombres, al igual que lo hicieran los santos varones, desclavan al Señor de la Cruz, para entregárselo a las mujeres, quienes lo depositan dentro del paso de la urna, para comenzar así, la procesión del Santo Entierro por las calles principales del casco. Dicha procesión es acompañada por la Banda de Música de San Miguel de Abona
 
 
 
 
Este año, por primera vez tras muchos años, y terminando así una celebración que estaba incompleta, una vez terminada la procesión en el templo, se produjo la sepultura del Señor.
Al caer la tapa del sepulcro, las luces se apagaron a la espera de que la luz de Cristo, que celebramos en la Vigilia Pascual ilumine nuestro camino.
 

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