13 de marzo de 2013

El Padre Flores (III)


Lugar de El Roque del trágico desenlace
El asesinado al cual se había referido José Flores Ghobber, Cura Párroco de San Miguel de Abona (Sur de Tenerife), se llamaba AMBROSIO FERNÁNDEZ HOYA, soldado trabajador del Batallón Disciplinario número 91 destacado en Vilaflor.

Sus compañeros del campo de trabajadores forzados de Vilaflor le apelaban Teruel, porque este desdichado muchacho había huído de la terrorífica batalla de Teruel, marchando desde el frente hasta Santander, donde al acabar guerra sería atrapado, y enviado a Tenerife.

Ambrosio estaba absolutamente desvalido. No recibía dinero alguno de su familia. Y pasaba hambre. Para paliarla vendía sus pocas prendas militares usadas, a cambio de gofio.

Tras una revista de prendas llevada a cabo por el sargento Urbano, fue golpeado por éste, siendo amenazado y conminado a presentarse al día siguiente con todas las prendas.

Aterrorizado, esa misma noche, Ambrosio escapó de Vilaflor, bajando por La Escalona hasta San Miguel, pidiendo ayuda a los vecinos, algunos de los cuales se apiadaron del pobre muchacho, proporcionándole alimentos y algunas prendas. En una casa de El Roque de San Miguel le invitaron a comer con la familia.

Mientras tanto, advertida su ausencia al pasar lista matinal, fueron enviados dos soldados en su busca y captura.

El autor de la muerte de Ambrosio Fernández, soldado Alfonso Galvez Matas, era natural y vecino de la Victoria (Córdoba).

Esto sucedió el día 20 de octubre de 1941, junto a la puerta de la casa de un vecino de El Roque de San Miguel.

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