9 de junio de 2013

Virgen de la Caridad del Cobre


    Según la leyenda entre los años 1612 ó 1613, se realizó el hallazgo de la imagen de La Virgen de La Caridad, la patrona de Cuba. La historia narrada bajo juramento eclesiástico a los 85 años por Juan Moreno, "el negrito de La Caridad" nos cuenta como fueron en una canoa en busca de sal, el y dos hermanos indios, Juan y Rodrigo de Hoyos, cuando salían de Cayo Francés (en la Bahía de Nipe) observaron algo flotando en el mar, al acercarse vieron con asombro y alegría que se trataba de una imagen de la Virgen María sobre una tablilla donde se podía leer: "Yo Soy La Virgen de La Caridad".

    Según documentos antiguos que se encuentran en el Archivo General de Indias, la llegada de la imagen de la Virgen de la Caridad a las serranías de la Sierra del Cobre, en Cuba, se produjo cuando un illescano, Francisco Sánchez de Moya, capitán de artillería, recibió el 3 de mayo de 1597 un mandato del Rey Felipe II para que se fuera a las minas de la Sierra del Cobre a defender aquellas costas de los ataques de piratas ingleses. El rey le hizo el encargo de erigir una pequeña iglesia, lugar donde soldados y mineros pudieran acudir a encomendarse y hacer sus oraciones a la venerada imagen de la Virgen de la Caridad. Antes de su partida hacia el Nuevo Mundo, este Capitán mandó tallar en Toledo una réplica de la Virgen de la Caridad, que fue la que llevó por mar hasta la isla.
La Historia se mezcla con la leyenda cuando, setenta y cinco años después de la aparición, el único testigo sobreviviente del "milagro", ya en plena senilidad, hizo una declaración jurada donde involucra en el relato de la milagrosa aparición al propio capitán Francisco Sánchez de Moya, quien había llevado la imagen a la isla.


Ya en el inventario de 1835 de la Parroquia de San Miguel Arcángel, aparece recogida: "Una imagen de Ntra. Sra. de la Caridad que tiene una corona de plata, una cruz pequeña de palo"

   Dentro de la iconografía de esta imagen se encuentra el que el Niño se muestra a su izquierda, levantando una de las manos en actitud de bendición, y en la otra sostiene un globo terráqueo. 
   Por ser Nuestra Señora de la Caridad un símbolo importante de la nacionalidad cubana, las imágenes populares acostumbran representarla vestida con túnica blanca, manto azul y con el niño vestido de rojo; colores de la bandera cubana.
   En su mano derecha la imagen lleva una cruz (desaparecida, al igual que la corona del Niño y el globo terráqueo de su mano izquierda).

Es posible que esta imagen llegue al templo de San Miguel Arcángel en San Miguel de Abona  debido a la inmigración de sanmigueleros a Cuba. Como lo fue, por iniciativa de D. José María Díaz y León y con los donativos de los residentes en la isla de Cuba, la adquisición de un órgano en Madrid para el templo. No sería la última vez que los emigrantes que se encuentran fuera de su tierra de San Miguel realicen donaciones a la parroquia, como la colaboración de los emigrantes sanmigueleros en Venezuela en la década de los 50, del siglo pasado, para el reloj del campanario de la iglesia.

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