11 de agosto de 2014

Fiestas en honor a San Roque y Ntra. Sra. de Lourdes 2014

 El barrio de El Roque, en San Miguel de Abona, celebra sus fiestas patronales en honor a San Roque y Nuestra Señora de Lourdes:

   Martes 12 de Agosto:
     
A las 19:00 h. Eucaristía ofrecida por los difuntos del barrio.

   Sábado 16 de Agosto:
      A las 20:230 h. Celebración solemne de la Eucaristía en honor a San Roque y Nuestra Señora de Lourdes. Al término, procesión de las imágenes por las calles del barrio.



Primera ermita en honor a San Roque
       La peste colérica que azotó la isla en los últimos meses de 1893 causó diversos muertos en el Sur de Tenerife, siendo uno de los lugares más afectados el Valle de San Lorenzo, en Arona. Barrio aronero con el cual los vecinos de El Roque, en San Miguel de Abona, mantenían fuertes vínculos, sociales y económicos. En San Miguel de Abona se establece una Organización Sanitaria en previsión del desarrollo de la epidemia, así se constituyen una serie de normas para controlar el paso de los viajeros procedentes de otros lugares, proponiendo una casa aislada en El Roque como observatorio para toda persona que no circule con cédula sanitaria. Ante la proximidad de esta desgracia, estos vecinos prometieron a San Roque la construcción de una Ermita en su honor si la peste no llegaba a sus casas.

     Fueron momentos de verdadera angustia, si ya eran pueblos abandonados con nula comunicación terrestre, aún más lo eran cuando ocurrían este tipo de desgracias, para las que no disponían de medios para combatirlas. Así lo expresó el médico, natural de San Miguel de Abona, Juan Bethencourt Alfonso, cuando en estos meses de finales de 1893 se trasladó con su familia a Arona, con la intención de regresar de nuevo a Santa Cruz de Tenerife, donde la epidemia causaba estragos, y se encontró con la comarca sureña infectada y sin medios con los que remediar tal mal. ‘tan aislados y abandonados se vieron aquellos pueblos de las autoridades y sociedades benéficas durante un mes –en que se desarrolló y extinguió el cólera sin ningún género de recursos científicos- que tengo entendido no consta siquiera en las notas oficiales que estuvieron epidemiados.

      Hubo que esperar hasta 1907 para ver terminada la Iglesia, levantada canto a canto con la participación de la totalidad de sus vecinos. El Roque era a comienzos del siglo XX el barrio más poblado de San Miguel de Abona, contando con un censo de 251 personas, en el casco ya sobrepasaban ligeramente los mil, que habitaban los 71 edificios de una planta y los 6 de dos plantas, de los que 69 estaban habitados permanentemente. No poseía escuelas, pero si una población escolar, veintidós, suficiente para ello. 

     Como apunta Montserrat Alonso Díaz en la publicación: ‘Comenzamos a caminar. Creación de la Parroquia de San Roque’’ editado en el año de 2003, esta iglesia se construyó en un solar donado por el médico Luciano Alfonso Mejías, natural de San Miguel de Abona, y uno de los mayores contribuyentes del Municipio. Constando como donante de la primera imagen de San Roque su esposa, Claudina Alfonso. ‘Se hallaba emplazada muy cerca de la actual, orientada hacia el norte y rodeada por una malograda plaza. La forma que adoptaba era de una sola nave en planta longitudinal, a la que se adosaba la sacristía, en el lado izquierdo de la cabecera’. Además apunta que poseía cubierta de madera, su portada de cantería formando un arco de medio punto, con techo a dos aguas y cubierto de tejas. Esta Ermita se mantuvo en pie hasta la década de los años sesenta cuando se edificó la actual. 

    Impulsor de este proyecto, como otros tantos de este pueblo, fue el entonces cura de la Parroquia de San Miguel Arcángel, Norberto Álvarez González, natural de La Guancha, y que ejerció en esta Parroquia desde 1903 hasta 1912. Carmen Rosa Pérez Barrios en la publicación: `La historia de Arona`, da cuenta del escrito que este párroco remitió, con fecha 18 de mayo de 1907, al Obispado de Tenerife, en nombre de los vecinos de San Miguel para levantar una Ermita en el barrio de El Roque, en el que le exponían `que desde el año de mil ochocientos noventa y tres en que la mano de Dios castigó nuestra Ysla con el terrible azote de la peste colérica cuyo mal hizo grandes estragos en el vecino pueblo de Arona y especialmente en su pago del Valle, los expresados vecinos de este pueblo hicieron voto al glorioso San Roque, de levantar una Ermita bajo su advocación en el pago de su mismo nombre, distante del pueblo próximamente cuatro kilómetros y con un número de ochenta y nueve vecinos. Este voto lo hicieron como dios y su Santo no permitiera que la expresada peste les invadiera`.

     Deseo que se materializa con la inauguración de la Ermita de San Roque el 16 de agosto de ese mismo año, y cuyo programa de actos fue recogido por el entonces corresponsal del diario `El Tiempo`, en San Miguel de Abona, Miguel Hernández Gómez. `El 16 de este mes se inaugurará y bendecirá una ermita edificada en el barrio del Roque bajo la advocación de San Roque, patrono de este barrio. Esta obra se debe al constante propagador del culto católico D. Norberto Álvarez, párroco de este pueblo, secundado con entusiasmo por el vecindario.
Con este motivo, y por ser día del mencionado Santo, tendrá lugar una animadísima fiesta, que promete estar muy concurrida. A las 8 de la mañana saldrá procesionalmente la santa imagen desde la parroquia hasta la ermita, donde se celebrará solemne función con sermón. Por la tarde habrá divertidos juegos recreativos y al anochecer se representarán públicamente la comedia moral “El calzón corto” y un juguete cómico, por aficionados; después se quemarán vistosos fuegos artificiales.
También es probable que una banda de música amenice estos actos`.
Actual templo de San Roque

     Rosario Delgado Hernández, nacida en El Roque en los primeros días de 1912, recuerda la procesión que venía pacá, pa la Cruz, y después iba allá a la Cruz de Cha Juana, daba la vuelta y entraba a la Iglesia, porque no había sino el camino real, que es ese que va a Arona, después este por aquí y el del Roquito, no había más. Un recorrido de ida y vuelta por el camino real, con salida y llegada a la Iglesia, que en ese entonces estaba orientada al Norte.

Fuente: Marcos Brito, Primera ermita en El Roque, motivos y festejos

      Recientemente, en el año 2012 de nuevo era reformada, pero esta vez se trataba de su interior y no de su exterior (en el siglo pasado cambió su orientación original); retirada de la madera en mal estado, mejoramiento de las humedades, posibilidad de abrir las ventanas para su mejor ventilación, ampliación al trasladar la sacristía...

Fiesta de San Roque 2011
Fiesta de San Roque 2013

     San Roque nació a mediados del 1300 de Montpellier (Francia). Hijo único y tardío de una familia devota y muy pudiente (su padre era el Gobernador de la ciudad), quedándo huérfano muy pronto, a los 20 años.
     Al perder a sus padres decició vender todas sus posesiones y peregrinar a Roma.
     Al poco de comenzar su peregrinación se desató en Europa la epidiemia de la peste negra que acabó con la vida de 1/3 de la población europea.
    A partir de ese momento San Roque, que siempre había tenido devoción por los pobres y por los enfermos, y probablemente contando con algún conocimiento de medicina ya que en su ciudad natal se encontraba la que por entonces era una de las Facultades de Medicina más prestigiosa de Europa (fundada en el S. XIII), comenzó a atender a los enfermos que habían contraido la enfermedad.

     En su camino a Roma, cuando se encontraba en la provincia de la Toscana, en concreto en la ciudad de Acquapendente, se dispuso a ayudar en su hospital a los enfermos de la peste.
     A muchos los curó haciéndoles tan sólo la señal de la Cruz en la frente, a otros los ayudó en el "Buen Morir", y a otros muchos que fallecían, él mismo les cavaba las tumbas y les daba sepultura, ya que nadie se quería acercar a los cadáveres por miedo al contagio.
   Siguiendo su peregrinar en la ciudad de Cesanea curó a un Cardenal, el cual lo presentaría con posterioridad al Papa. En Rimini continuó sanando a la gente y predicando el evangelio, pero cuando llegó a Piacenza contrajo la enfermad, y se retiró al bosque, a una cueva, para no suponer una carga ni una fuente de contagio para nadie.
   Pero Dios, en su infinita Misericordia, tenía otros planes para el bueno de Roque, y apareció un perrito que le llevaba cada día una rosquilla de pan (en aquella época los panecillos se hacían con ésta forma), y además, le lamía las ulceras que la enfermad había producido en su cuerpo.
    Este perrito pertenecía a Gottardo Pallastrelli, un hombre acomodado, y al ver que repetidamente su perro cogía una rosquilla de la mesa y abandonaba la casa deció un día seguirlo. El buén hombre al ver a San Roque y presenciar lo que su querida mascota estaba haciéndo con él, decidió hospedarlo a su casa, donde tanto él como su entrañable mascota, lo alimentaron y cuidaron, mientras San Roque lo instruía en el Evangelio.
    Cuando San Roque sanó el Sr, Pallastrelli decidió peregrinar como había hecho él a Roma.
    Una vez sanado, decidió volver a Montpellier, pero en un pueblo del norte de italia, fue detenido bajo la acusación espionaje, y mandado ha prisión, donde estuvo entre 3 y 5 años hasta su fallecimiento, probablemente en torno al año 1378.

    Algunos historiadores creen que falleció en la prisión de Montepellier, pero otros muchos sitúan su muerte en la carcel de Angera, ciudad en la que había sido apresado.
    San Roque perteneció a la 3ª Orden de los franciscanos, una rama de esta congregación reservada a las personas laicas que quieren vivir bajo la espiritualidad de San Francisco de Asís. Este hecho fué reconocido por el Papa Pío IV en 1547.
    Fue declarado Santo por el Papa Gregorio XIII.
     San Roque es junto a San Sebastian el abogado de las epidemias, en especial de la peste, y junto a San Antonio Abad el patrón de los animales, en especial de los perros. Su culto, en lo que a mascotas se refiere, está muy extendido en especial en sudamerica, donde es muy frecuente encomendarse a él, cuando nuestras mascotas enferman o se pierden.



El ÁNGEL CELESTIAL es el eslabón que une la experiencia terrenal del santo con la presencia divina que le infunde valor, especialmente en tiempos de sufrimientos, soledad e ingratitud humana. Es el símbolo de la presencia Divina, que nos acompaña en los pasos de nuestros días.




 El BASTÓN recuerda las largas marchas del peregrino, con el cual ejercitó la caridad de manera insigne y heroica, calmando heridas físicas y morales, enjugando lágrimas y consolando los dolores de los hombres. Es un símbolo que nos dice que la vida es una peregrinación, un viaje hacia la Eternidad.

La CALABAZA invoca una vez más la peregrinación; guarda el agua para calmar el ardor del camino. Es un símbolo de la sed que de lo divino tiene todo hombre.




El PERRO signo de la Providencia Divina, que lo socorría cuando estaba en condiciones de extrema necesidad. Es un símbolo de su fidelidad a la llamada divina y de la fidelidad de Dios con sus hijos.

El PAN fue su sustento. Un perro le llevaba la comida cogiéndola de la mesa de su amo. Simboliza la Eucaristía, sostén en el camino de la vida.








La LLAGA recuerda la enfermedad de la peste que el santo contrajo. La caridad no es darse a sí mismo de forma moderada, sino que es darse totalmente, hasta la donación total de uno mismo. Simboliza la caridad cristiana.



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