22 de julio de 2013

De camino a Río de Janeiro

Francisco ya está en camino a Río. El Santo Padre llegó hace unos minutos, en avión, al aeropuerto de Fiumicino, donde fue recibido por el primer ministro italiano, Enrico Letta, y desde donde alrededor de las 8,45 horas partió hacia Río de Janeiro, donde presidirá los principales actos de la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro.

El papa, que llevaba personalmente una bolsa negra de viaje, vuela acompañado del secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone; del Sustituto ("número tres" del Vaticano) de la Secretaría de Estado, el arzobispo Giovanni Angelo Becciu, y de miembros de ese departamento.

También acompañan a Francisco los cardenales Marc Oullet, canadiense, presidente de la Comisión Pontificia para América Latina, y Joao Braz de Aviz, brasileño, prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada.

Una vez en Brasil se unirán al séquito papal el arzobispo de Río de Janeiro, Orano Joao Tempesta; el cardenal presidente de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil, Raymundo Damasceno Assis, y el cardenal Stanislaw Rylko, presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, del que dependen las JMJ, y el nuncio, Giovanni D'Aniello.

También le acompañan el Maestro de Ceremonias Pontificias, Guido Marini; su médico personal, Patrizio Polisca; el organizador de los viajes papales, Alberto Gasbarri; miembros de la seguridad del Vaticano y más de medio centenar de periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión.

El primer viaje del Papa a América ha desbordado todas las expectativas, tanto de afluencia -se esperan más de dos millones de jóvenes- como de seguridad, aunque el propio Francisco se ha negado a usar el papamóvil blindado para estar más cerca de los fieles.

En cuanto al número de asistentes a la JMJ, el Vaticano calcula que serán unos dos millones, de los cuales al menos 3.000 serán españoles. Estos últimos acudirán junto a 13 obispos españoles, entre los que se encuentra el presidente de la Conferencia Episcopal Española y cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela.

Todos estos jóvenes recibirán la indulgencia plenaria del Papa siempre que estén adecuadamente preparados y participen en los ritos sagrados de la Jornada. Además, aquellos que por estar legítimamente impedidos no puedan acudir y sigan el evento a través de los medios de comunicación recibirán la indulgencia parcial
.
Una vez en Brasil y antes de presidir los actos del evento, el Pontífice visitará la favela de Varginha (Manguinhos), se encontrará con algunos jóvenes presos y rezará en el Santuario de Aparecida. También hará una visita de cortesía nada más llegar a la presidenta de la República Dilma Rousseff.

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