8 de junio de 2014

Pentecostés

Este Domingo 8 de Junio, la Iglesia celebra la venida del Espíritu Santo, Pentecostés.

¿Quien es el Espíritu Santo? el Espíritu Santo es la Tercera persona de La Trinidad que procede del Amor reflejado entre Dios Padre y Jesús su Hijo. Es el Señor y dador de Vida. Nos es dado como un regalo de Dios, como un don sagrado a todos nosotros. 
Este mismo Espíritu es el que nos invita a que demos un Sí de aceptación a la acción salvadora de Jesús lo cual se manifiesta hoy en nosotros a través de un encuentro personal con Él, donde lo conocemos, pero no un conocimiento meramente de solo verdades, como de que Él es el Hijo vivo de Dios, que nació de Santa María La Virgen, que murió por la redención de nuestros pecados en la Cruz, de que está sentado a la derecha de Dios si no que es verdaderamente un encuentro vivo personal con Él.

Esta aceptación de Jesús como tu Salvador implica más que decir: YO SOY CRISTIANO, sólo porque al pasar frente a una Iglesia me persigno, porque soy acólito y ministro en la parroquia, porque voy y sigo las procesiones en la semana santa, porque asisto a las adoraciones Eucarísticas y porque sigo prácticas y normas que hacen en la iglesia como "el joven rico" del Evangelio o Nicodemo que era un Maestro de La Ley que por temor a lo que dirían sus colegas sus compañeros, buscó a Jesús en la oscuridad de la noche para que nadie lo viera, sino que es tener una relación personal desde el corazón donde se vea que Cristo vive en ti. 

Y es el Espíritu Santo el que te hace aceptar a Jesús como tu Señor - 1 Corintios 12, 3. (Ahora les digo que ninguno puede gritar: «¡Maldito sea Jesús!» si el espíritu es de Dios; y nadie puede decir: «¡Jesús es el Señor!», si no es por acción del Espíritu Santo).

El Espíritu Santo, desde el principio ya estaba con Dios Génesis 1; 2 (todo era confusión y no había nada en la tierra. Las tinieblas cubrían los abismos mientras el espíritu de Dios aleteaba sobre la superficie de las aguas.)

En el antiguo testamento ya se hacía mención sobre el Espíritu Santo Job 33; 4 (El espíritu de Dios me hizo, y el soplo del Omnipotente me dio vida); y Proverbios 1; 23 (Oigan pues mis advertencias y derramaré sobre ustedes mi espíritu).

Este don tan sagrado, este regalo de Dios, vive en nuestros corazones renovados desde el Bautismo - Ezequiel 11; 19 (Les daré un corazón nuevo y pondré en su interior un espíritu nuevo. Quitaré de su carne su corazón de piedra y les daré un corazón de carne).y nos da vida - Ezequiel 37; 5 y 14 (Esto dice Yavé a estos huesos: Haré que entre en ustedes mi espíritu, y vivirán. Pondré en ustedes mi Espíritu y vivirán; los estableceré en su tierra y sabrán que yo, Yavé, lo dije y lo hice). Y una vida nueva en Cristo Jesús - Romanos 6, 3-4. (Como ustedes saben, todos nosotros, al ser bautizados en Cristo Jesús, hemos sido sumergidos en su muerte. Por este bautismo en su muerte fuimos sepultados con Cristo, y así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la Gloria del Padre, así también nosotros empezamos una vida nueva).

Cristo en su venida nos confirma esa promesa de Dios - Lucas 24; 49 (Miren, Yo les voy a enviar la Promesa de mi Padre) refiriéndose al Espíritu Santo y nos dice que no nos dejará solos que el Espíritu será nuestro protector y permanecerá siempre en nosotros y nos enseñará y recordará todo lo que él nos ha enseñado, nos dice también que era necesario que él se fuera para podernos enviar al paráclito y confirmar la promesa de Dios (Juan 16; 5) y así recibir la vida en Espíritu Santo.

Como promesa del Padre Jesús señala la venida del Espíritu Santo cuando les dice a sus apóstoles que no se vayan de Jerusalén sino que aguarden a la Promesa del Padre para ser bautizados por el mismo Espíritu y ser testigos de Él

Cristo nos habla también que el Espíritu ya no solo será nuestro huésped del alma sino que será una manifestación del Poder de Dios como Espíritu de Verdad, dando testimonio de Jesús en nuestro corazones iluminándonos, enseñándonos y conduciéndonos en la vida nueva, y como Fuerza de lo Alto dándonos valentía y poder para dar testimonio y proclamar la Buena Nueva.


El día de Pentecostés se manifiesta y se cumple la promesa del Padre, pues estaban los apóstoles reunidos cuando el espíritu se manifiesta como lenguas de fuego las cuales se posaron sobre ellos y así quedan llenos del Espíritu Santo y hablaron en lenguas según el espíritu les concedía.1






 Las celebraciones de la Eucaristía del día previo, 7 de Junio, se suspendían, para la gran celebración de la Vigilia de Pentecostés a las 21:00 h. en el templo de San Miguel Arcángel (San Miguel de Abona). 









1. David López, Católicos en Acción

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